Hola gente!
Este es el periodo en el que la gente se và de vacaciones.
Para nosotros en casa Bazza, es el periodo de la “no”
vacaciones, debido al tipo de trabajo. Sin embargo son casi 6
años que a èstas alturas ya estaba preparando mi valija para
largarme una semana (la última precisamente) a Medjugorje!
Quest’anno por causa de la pandemia, no serà posible😭
Comienzo a entender que la cosa me està entristeciendo mucho.
Estar ahí una semana quiere decir para mí mucho. Ésas eran mis
“vacaciones” mi descanso sobre todo mental, pero no niego que
aunque fisicamente era cansado, yo regresaba a casa con energías
totalmente renovadas. Los ejercicios espirituales que hacíamos en
las cimas de los montes, requerían de todo nuestro esfuerzo y energías
pero, una vez ahí, era magnifico. Siempre sentía una frescura y una
alegría immensa, el cansancio desaparecía y se sentía la presencia
de la Mamma Celeste. La Paz de ése pequeño “paraíso” me llenaba
hasta los huesos, me llegaba hasta el hondo del alma!
Tal vez los ejercicios en el teatro de Siroky Briej eran màs arduos,
pero ahí se desencadenaba una potencia de alegría inimaginables.
Por un “anomalo” motivo en el 2019 llegué a pensar, sintiendolo
en el mio interior, que el 2020 íba a ser un año diferente y que
con mucha provabilidad no llegaríamos a hacer muchas cosas. No
entiendo tampoco porqué se sentía un cansancio general. Recuerdo
que escuché muchos lamentos de muchas personas. Pienso
que los incendios en Australia y muchas otras cosa globales y
cataclísticas llenaron mucha gente de tristeza y mucha gente también
perdieron sus trabajos y muchas otras cosas màs. Recuerdo
que muchas perdonas me decían: “ no se puede màs de todo
ésto, estoy harta, no tengo ganas de ésto y de aquello” y yo...la
única cosa que sabía responder era: “ bueno, pues, tranquillos,
que tango no sabemos si nos despertaremos vivos o muertos”
Lo decía en tono chistoso como para calmar ánimos. Pero me lo
sentía dentro que algo diferente habría podido cambiar todo y digo
TODO!!!
Mi descanso consiste en una buena “dormida” de calidad, no
importa si se trata de media hora, una dormida de sueño profundo,
de ésas que te despiertas y no necesitas del café. Solo allá en Medjugorje,
después de un año de ronquidos en las orejas, solo ahí lo he podido.
No sé si volvere. Siento solo que me hace falta y que deseo mucho
volver y que casi casi haría lo que fuera por volver. Pero solo Dios sabe.
Del resto, en situaciones de continuas amenazas de guerra, del clima
que dá “capitombolos” peligrosos, de Pandemias falsas o verdaderas
de muerte del alma, lo que en éstos momentos existe es el refugio
en los Corazones de Jesús y de María.
Encuentro descanso sòlo en ellos. El cuerpo... tarde o temprano
cederà como todas las cosas “deperibles y desechables” en
éste pobre planeta.
Bendiciones.
M