Me acuerdo perfecatmente quando el dìa de Navidad las tìas nos preguntaban:
"Què le trajo el Ninito Jesùs?"
Si yo le contestaba que era "Colacho", ellas me explicaban que era Dios a bendecir a
mis papàs con el trabajo y el dinero para podernos regalar algo.
La verdad? Me chocaba aceptar que se rompìa una magia un encanto, pero
la verdad fuè dicha y asì tiene que ser. En fin de cuentas la Navidad es el
tiempo del Nacimiento de nuestro Senor y Redentor, nada màs y nada menos.
Esas cartitas las escribieron mi marido y mi cunada quando eran muy chiquitos,
en tiempo de escuela primaria. Què ternura aver encontrado èstos recuerdos y
poderlos conservar... el amor de los ninos no se debe perder nunca, ni la
inocencia, pero es siempre una grande responsabilidad decirles la verdad y que
en èsta vivan siempre.