Oh Virgencita de Oriente,
Estrella Lucente,
Fuente del Sol de Justicia y
guìa nuestra en el mar tempestosos de la vida,
Regala una mirada materna a tus hijos adolorados y desamparados.
Nos oprimen las angustias por todas partes,
cada vez màs fuertes nos asaltan nuestros enemigos;
las familias, la patria, la sociedad y la Iglesia se
encuentran en grave situaciòn y dolores de parto...
Las almas te suplican que les des Luz. Obtienenos de Tu
Hijo Jesùs, Fe viva, solida Esperanza y Caridad ardiente, para
que Contigo unidos a EL no nos separemos jamàs;
y despuès de haber gustado en tierra los suaves frutos de la
Gracia Divina, lleguemos al Cielo cantando Tu Misericordia,
y para Gozar de la Vida Eterna.
Amèn.
Fuente: de una antigua estampita
Tagliacozzo regiòn del Aquila, Italia.
Del libro "Cose da Nulla"