"Las almas del Purgatorio no pueden orar por ellas mismas. Pero nosotros
podemos hacerlo en favor de ellos. Si por decreto Divino a las Almas no se les
permite auto-ayudarse, a nosotros està impuesto de socorrerlas.
Es un deber, una obligaciòn de caridad.
Las Almas del Purgatorio son nuestro projimo aunque no los conoscamos y
no menos de hermanos de cuando se encontraban en vida, por lo que
debemos interesarnos de sus estados y aliviarlas."
Beato (Bendito, en concurso de santificaciòn) Anibal Maria de Francia
El eterno reposo dona a ellos Senor,
risplenda en ellos la luz perpetua, descancen en paz, Amèn.
Dignate Senor, de recompensar con la vida eterna a todos aquello que nos